Museo etnográfico de Quirós. 23 mayo

Localización: El Museo está instalado en la antigua plaza de abastos de Bárzana.
Acceso: La villa de Bárzana, capital del concejo quirosano, sitúa su caserío a lo largo de la carretera AS-229.
Horario:

• Invierno: miércoles a domingo, de 11:30 a 13:30 y de 16:00 a 18:00 horas.
  
• Verano (1 de mayo a 30 de septiembre): miércoles a domingo de 11:30 a 14:00 y 17:00 a 19:00 h.
  

Descripción: Este interesante Museo reproduce la vivienda tradicional de la zona y sus enseres, la cuadra y los aperos de labranza, exponiéndose más de trescientos objetos. Se crea con el doble objetivo de mostrar a los visitantes las formas de vida de los pueblos altos de la comarca del Valle del Trubia y también la de servir como objeto de investigación, estudio y deleite para todas las personas que deseen conocerlo.
La agricultura y la ganadería han sido dos hechos ineludibles en la economía de Asturias. Hombres y mujeres dedicaban esfuerzo y tiempo en conseguir alimentos, aprovechar recursos animales y naturales, transformándolos o simplemente adaptándolos a las necesidades más primarias, sin deteriorar el medio natural donde se desarrollaban. Pese a todos los cambios que fueron estableciéndose con la llegada de la industria, concretamente en el concejo de Quirós y en toda la comarca, las actividades primarias han continuado mantenidas y vinculadas al medio natural, siendo la herencia cultural transmitida de padres a hijos. Las profundas transformaciones experimentadas por las comunidades campesinas a partir de la segunda mitad del s. XIX dejaron en desuso muchos utensilios y enseres hasta entonces imprescindibles en la sociedad tradicional. La necesidad de conservar parte de estos elementos animó a las Administraciones Locales y también a algunas personas y entidades particulares a adoptar una serie de medidas tendentes a evitar su desaparición, dando lugar a la creación de pequeños museos locales o territoriales, tal es el caso que nos ocupa.
Creado bajo los auspicios del Ayuntamiento de Quirós, con la colaboración de la Consejería de Cultura del Principado, se inauguró el Museo Etnográfico de Quirós y Comarca el día 19 de marzo de 1998. Se halla ubicado en la antigua plaza de abastos de Bárzana —sin uso desde mediados de siglo a consecuencia de la masiva emigración hacia las ciudades—, y en él se encuentra representada una buena parte de los elementos de interés etnológico que en su día constituyeron la forma de vivir y sentir de los habitantes de la comarca.
Actualmente, el museo se articula en dos plantas, donde se han reconstruido fielmente diferentes espacios tanto del hábitat humano como económico.
En la primera planta se ha reflejado con rigor una casería de la comarca.
El primer espacio, la cuadra —perfectamente equipada con su correspondiente «pachar» (pajar), «preselbera» (pesebre), «camera» (empedrado interior donde duerme el ganado) y demás accesorios tanto interiores como exteriores, cuidadosamente reproducidos— nos aproxima a la base económica de la comarca. Realizada en piedra y madera, tiene planta rectangular y cubierta a dos aguas. En su interior la división de espacios entre el establo (piso inferior) y el pajar (piso superior) se realiza con un entrelazado de varas de avellano denominado «treme». El ambiente reproducido hace pensar que sólo faltan los animales.
Se continúa la visita, pasando a un nuevo espacio rural, constituido por la típica «fonte» (fuente) con «tsabaorio» (lavadero) y «duernu» (abrevadero), así como un pequeño espacio destinado a la recolección de la escanda.
El taller del «madreñeiru», ubicado en la «antoxana» (antojana) de la casa nos da paso a otro inmueble tan arraigado en la cultura asturiana como es la vivienda. Ésta ofrece una visión conjunta en su composición. Una puerta de «cuarterón» nos hace pasar a la cocina tradicional, destacando en ella el «llar» (fogón de la cocina rústica, generalmente colocado en el suelo, en losas dispuestas al efecto para quemar sobre ellas la leña) y su correspondiente «escanu» o «escañu» (banco de madera que lleva adosada una tapa capaz de alzarse y descender, la cual, una vez bajada sobre la cabeza del que está sentado, le sirve de mesa), procedentes de una vieja casa de aldea, la «lacena» (alacena) y el «forno» (horno). La vivienda se completa con una sala y habitación, con todo el mobiliario austero de las familias campesinas.
Desde la primera planta se accede, a través de una escalera interior, al piso inferior, que cuenta con tres espacios claramente definidos. El primero, con sala de proyecciones, totalmente integrada en el espacio, que exhibe diariamente vídeos relativos a la economía tradicional y su aprovechamiento y/o transformación. Este espacio se acompaña con la representación de una escuela antigua.
A continuación, una gran sala, donde actualmente se muestran diferentes aperos agrícolas y que en un futuro acogerá dos monografías: una sobre el pan de escanda y otra referida al queso de bota.
Finalmente, se ha habilitado una sala de exposiciones, donde, aparte de seguir con la promoción de los artesanos de la comarca, con el tiempo dará cabida a una representación de diferentes aspectos de la etnografía del entorno.
Otro de los atractivos del museo es que no ha querido limitarse solamente a exhibir o exponer una determinada colección de piezas de interés etnográfico, sino que, paralelamente a la construcción del museo, el Ayuntamiento ha emprendido la tarea de restaurar parte de los molinos, hórreos y paneras diseminados por varios pueblos del concejo. Todas estas edificaciones, que en otro tiempo desempeñaron una importante labor en la vida campesina tradicional, pueden ser visitadas por las personas que lo deseen.