Frases

Tres cosas hacen revivir el corazón: contemplar el agua correr, el color reverdecido de la tierra y un rostro hermoso.

Nadie puede hacer que te sientas inferior sin tu consentimiento.

Ser poderoso es como ser una dama. Si tienes que andar diciéndoselo a la gente es que no lo eres.

La vejez es un cansancio que no se nos quita al otro día, como creíamos ingenuamente al acostarnos.

En la prosperidad, nuestros amigos nos conocen, en la adversidad nosotros conocemos a nuestros amigos.

Un hombre es la suma de sus desdichas. Se podría creer que la desdicha terminará un día por cansarse, pero entonces es el tiempo el que se convierte en nuestra desdicha.

El egoísta es una persona de mal gusto que se preocupa más de sí mismo que de mí.

Desconfiamos siempre de los que nos creen capaces de mayores triunfos de los que hemos podido lograr. Es un modo perfecto de considerarnos fracasados.

El esclavo sólo tiene un dueño; el ambicioso, tantos como personas le puedan ser útiles.

La paciencia es la más heroica de las virtudes, precisamente porque carece de toda apariencia de heroismo.

El mayor error de los hombres es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.

Dejamos nuestras casa cansados de nosotros mismos; volvemos a ellas cansados de los demás.

Estar contentos con poco es difícil, con mucho, imposible.

Cuida el presente, porque en él vivirás el resto de tu vida.

Algunas personas sólo guiñan los ojos para poder apuntar mejor.

Mientras más examino el universo y estudio los detalles de su arquitectura, más prueba hallo de que de alguna manera el universo sabía que veníamos.

El éxito de un pésimo profesor. Seduce a la gente inteligente y la lleva a pensar que no puede perder.

La vida es una tragedia cuando se ve en primer plano, pero una comedia si se ve en panorámica.

Si tu mal tiene remedio ¿por qué te afliges?. Y si tu mal no tiene remedio, ¿por qué te afliges?

El secreto de un buen discurso es tener un buen comienzo y un buen final y luego tratar de que ambos estén lo más cerca posible.

Cuando a la gente le faltan músculos en los brazos, le sobran en la lengua.

La luna y el amor, cuando no crecen, disminuyen.

Democracia es dos lobos y un cordero votando qué van a comer.

Sin el tiempo, esa invención de Satanás, el mundo perdería la angustia de la espera y el consuelo de la esperanza.

Si miras por mucho tiempo un abismo, el abismo, también mira dentro de ti.