Frases

El método más seguro para permanecer pobre es ser una persona franca.

Millones de personas deseosas de inmortalidad no saben qué hacer consigo mismas en una tarde lluviosa de domingo.

Si quieres conocer el valor del dinero, anda y prueba a tomarlo en préstamo.

El juego cumple una alta misión moral. Sirve para arruinar a los idiotas.

La paciencia es la más heroica de las virtudes, precisamente porque carece de toda apariencia de heroísmo.

La serenidad es sólo la corteza del árbol de la sabiduría, sin embargo, sirve para preservar ésta.

El traje es una concepción de uno mismo que se lleva sobre uno mismo.

La fuerza es confiada por naturaleza. No existe un signo más patente de debilidad que el desconfiar instintivamente de todo y de todos.

Hay dos momentos tristes en la vida: el nacimiento y la muerte. Todo lo demás es rodar por tierra.

La puerta de la felicidad se abre hacia adentro.

Feliz aquel que en las cosas de este mundo no se ve obligado por los azares de la vida a poner a prueba la lealtad de su prójimo.

La meta es partir.

No sé con qué armas se luchará en la Tercera Guerra Mundial, pero en la Cuarta Guerra Mundial se luchará con palos y piedras.

No son las malas hierbas las que ahogan la buena semilla, si no la negligencia del campesino.

La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces.

Si miras por mucho tiempo un abismo, el abismo también mira dentro de ti.

El caballo conoce por la brida cómo es quien lo conduce.

Hay personas que se consolarían hasta del fin del mundo, con tal de que ellas lo hubiesen anunciado.

Un buen vallado hace buenos vecinos.

El amor propio es más arrogante que ciego; no nos oculta nuestros defectos, pero nos convence de que estos escapan a los ojos de los demás.

Tres cosas hacen revivir el corazón: contemplar el agua correr, el color reverdecido de la tierra y un rostro hermoso.

Cuanto más vacío está un corazón, tanto más pesa.

Cuando el trabajo no constituye una diversión, hay que trabajar lo indecible para divertirse.

Que se me den seis líneas escritas de puño y letra del hombre más honrado del mundo, y encontraré motivo para hacerle ahorcar.

La ira es una locura de corta duración.